Tundra apareció en los terrenos junto a un colegio. Los maestros le estuvieron dando de comer y luego llamaron a Melampo para pedir ayuda. Tal vez Tundra había habia iniciado una aventura por su cuenta, ya que es una perra curiosa y no pudo encontrar el camino a casa. Así que Tundra se alojó en Melampo. No tenía chip, ni nadie preguntó por ella. Por lo tanto, no fue posible encontrar un propietario.
La tundra tiene un buen carácter. Los ayudantes la describen como una perra tranquila y relajada. Pero también tiene un lado activo y le gusta jugar. Al tratar con los voluntarios en Melampo, ella siempre es amorosa y busca la atención y el afecto humanos. Al principio reaccionaba con miedo a los movimientos con las manos, los brazos o a los objetos que se utilizan para limpiar, como las escobas. La experiencia ha demostrado que estas son señales claras de que fue golpeada antes de llegar a Melampo.
Afortunadamente, las enfermedades mediterráneas dieron negativo. Durante la castración, el veterinario también examinó más de cerca el párpado derecho inflamado y tuvo que operarlo con éxito
En Melampo, Tundra tiene contacto con machos y hembras, que están a su alrededor durante la salida diaria en gran grupo de perros. Al mismo tiempo, se muestra afable y sociable.
Para los amigos de los perros grandes, Tundra es sin duda una gran compañera. Sin embargo, dado que no sabemos si ya ha vivido en un hogar, los nuevos propietarios deben ser conscientes de que el período de adaptación requiere un poco de tiempo y algo de paciencia. Además, los interesados deben informarse sobre la raza con anticipación para poder evaluar si Tundra podría encajar en sus vidas. Esperamos que pronto encontremos personas adecuadas para este cariñoso perro que puedan ofrecerle una vida amigable y hogareña